18 jul 2014

¿Qué hacés aquí?

Creo que todos pasamos por esos momentos donde los problemas nos agobian de tal forma que no podemos hacer otra que pensar en ellos. Es como si estuviéramos atrapados sin salida, sin soluciones. Estar en esta situación puede llevar a que nos amarguemos, e incluso llevarnos a la depresión. O más aun puede llegar a hacer que nos replanteemos si es conveniente seguir viviendo así.

1 Reyes 19:3-14 (NVI)
“3 Elías se asustó y huyó para ponerse a salvo. Cuando llegó a Berseba de Judá, dejó allí a su criado 4 y caminó todo un día por el desierto. Llegó adonde había un arbusto, y se sentó a su sombra con ganas de morirse. « ¡Estoy harto, Señor! —protestó—. Quítame la vida, pues no soy mejor que mis antepasados.» 5 Luego se acostó debajo del arbusto y se quedó dormido. De repente, un ángel lo tocó y le dijo: «Levántate y come.» 6 Elías miró a su alrededor, y vio a su cabecera un panecillo cocido sobre carbones calientes, y un jarro de agua. Comió y bebió, y volvió a acostarse. 7 El ángel del Señor regresó y, tocándolo, le dijo: «Levántate y come, porque te espera un largo viaje.» 8 Elías se levantó, y comió y bebió. Una vez fortalecido por aquella comida, viajó cuarenta días y cuarenta noches hasta que llegó a Horeb, el monte de Dios. 9 Allí pasó la noche en una cueva.
Más tarde, la palabra del Señor vino a él. — ¿Qué haces aquí, Elías? —le preguntó.
10 —Me consume mi amor por ti, Señor Dios Todopoderoso —respondió él—. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!
11 El Señor le ordenó: —Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí. Como heraldo del Señor vino un viento recio, tan violento que partió las montañas e hizo añicos las rocas; pero el Señor no estaba en el viento. Al viento lo siguió un terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. 12 Tras el terremoto vino un fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave murmullo. 13 Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la entrada de la cueva. Entonces oyó una voz que le dijo: — ¿Qué haces aquí, Elías?
14 Él respondió: —Me consume mi amor por ti, Señor, Dios Todopoderoso. Los israelitas han rechazado tu pacto, han derribado tus altares, y a tus profetas los han matado a filo de espada. Yo soy el único que ha quedado con vida, ¡y ahora quieren matarme a mí también!”


Me sorprendió mucho estar leyendo mi biblia y encontrar a un personaje muy importante con intensiones de quitarse la vida. Es decir...este hombre, llamado Elias, era un gran profeta de Dios. Su dialogo con él era fluido, y pudo experimentar asombrosos acontecimientos. Pero, parece que a pesar de ser un gran hombre, también tuvo problemas, y también pensó en quitarse la vida.

En una parte, Elías no solo lo piensa, sino que además, le pide a Dios que lo mate y lo
libere de su sufrimiento. Para mi sorpresa, Dios no lo consoló, ni le dio palabras de aliento. Simplemente luego de que Elías haya descansado, lo mando a comer y lo mando a una cueva. Allí, Dios le hizo una simple pregunta: ¿Qué haces aquí?

¿Qué es lo que hacemos aquí? ¿Por qué estamos acá? ¿Qué es lo que nos retiene en este lugar? Si todavía estas acá, son porque consciente o inconscientemente algo te retiene acá. Elías, a pesar de estar pasando por uno de los momentos más difíciles de su vida, le respondió: ME CONSUME MI AMOR POR TI SEÑOR DIOS TODOPODEROSO.

Dios se lo volvió a preguntar, y este profeta le volvió a dar la misma respuesta, con total convicción: ME CONSUME MI AMOR POR TI SEÑOR DIOS TODOPODEROSO. La historia sigue, pero quiero detenerme en esta parte. Elías tenía plena seguridad en por qué estaba ahí, y eso le daba un motivo para seguir viviendo.

Tal vez, te sientas como Elías, harto de todo, sin ganas de salir adelante. Pero yo, te pido que pienses en ¿Qué haces acá? ¿No será que en lo más profundo de tu corazón te estás consumiendo de amor por el Señor Dios Todopoderoso del cual hablaba Elías?

Si tu respuesta es que NO, te animo a que busques consumirte de amor por El. Eso definitivamente te dará un motivo para seguir adelante.
Si tu respuesta es que SI, quedate tranquilo, tu amor por ese Dios que además es Todopoderoso, esta con vos pase lo que pase. Tal vez no visiblemente con el viento, el terremoto o el fuego, sino más bien como un suave murmullo diciendo: Tu Señor Dios Todopoderoso esta con vos…



Por Evelyn Delmastro

No hay comentarios.:

Publicar un comentario