Mi Profesor de Literatura - Parte II

“No hablar, es también hablar” Esa es otra de las frases que mi profesor de literatura suele decir, y que frase tan cierta hoy en día. ¿Cuántas veces les ha pasado de encontrarse con el dilema de “hablar, o no hablar”? A mí, me ha pasado muchas veces.

Es sabido que cuando una persona habla, está transmitiendo algo…y ese algo inevitablemente va a influir en los que le rodean. Es por eso que siempre no recomienda pensar antes de hablar. Pero siempre pasamos por alto el hecho de que no decir nada, también es decir algo.

Por ejemplo:

->Cuando una persona no le habla a otra por un determinado tiempo, puede estar expresando cierto enojo.

->Cuando nos comentan o escuchamos hablar sobre un tema, y no emitimos nuestra opinión, a gente puede pensar tranquilamente que estamos de acuerdo con lo que dicen.

->Si una persona nunca le pregunta a otra acerca de su vida, como anda, o no entabla ninguna conversación, la otra persona puede pensar que esta le está siendo indiferente, o que no es una persona de importancia en la vida del otro.

Estos son algunos de los ejemplos más comunes que suelen suceder. Mientras que hablar es una forma de manifestar lo que uno siente o piensa al respecto, no hablar es lo mismo. Es por eso, que considero que habría que darle la misma importancia tanto al hecho de hablar como al de no hacerlo. Y por lo tanto, también es por eso, que considero que siempre, antes de decir algo o permanecer en silencio, hay que pensar bien. Porque no hablar, es también hablar.

En la biblia, encontramos muchos consejos acerca del hablar y el callar, acá les dejo algunos:

-> Proverbios 13:3: Cuidar las palabras es cuidarse uno mismo; el que habla mucho se arruina solo.

->Proverbios 21:23: Quien tiene cuidado de lo que dice nunca se mete en problemas.

->Proverbios 15:23: Es muy bueno dar buenas respuestas, pero responder a tiempo es aún mejor.

->Proverbios 16:23: El que piensa sabiamente, se sabe expresar, y sus palabras convencen mejor.

->Proverbios 25:11: Las palabras en el momento oportuno son como manzanas de oro incrustadas en plata.

Ojalá les sea de ayuda en algún momento!

Evelyn Delmastro