¿Realmente pensás que Dios no puede usarte?

A lo largo de la historia,  Dios ha usado a personas con tus mismas debilidades, o tal vez peores...

Noé  era alcohólico (Génesis 9:20-21)

Abraham era muy viejo (Génesis 24:1)

Jacob era un mentiroso (Génesis 27)

José fue abusado (Génesis 37:4)

Moisés era tartamudo (Éxodo 4:10)

Gedeón era un cobarde (Jueces 6:11-13)

Sansón era mujeriego (Jueces 13-16)

Rahab fue una prostituta (Hebreos 11:30)

Jeremías era muy joven (Jeremias1:6-7)

David era asesino (2º Samuel 12:9)

Elías era un suicida (1 Reyes 19:4)

Jonás huía de Dios (Jonás 1:3)

Rut era viuda (Rut 1:3-5)

Job estaba en bancarrota (Job 1)

Pedro negaba a Jesús (Lucas 22:31)

Los discípulos eran dormilones (Lucas 22:45)

Marta se preocupaba por todo (Lucas 10:41)

La mujer samaritana era divorciada (Juan 4:18)

Zaqueo era muy bajito (Lucas 19:3)

Sara era estéril (Génesis 11:30)

Pablo fue un asesino religioso (Hechos 9:11)

Ester era huérfana (Ester 2:7)

Y así podría estar horas y horas enumerando otros ejemplos...

Dios usó este tipo de personas, porque tenía un propósito específico:

“Ahora, fíjense hermanos: según las normas humanas, no hay entre ustedes muchos sabios, tampoco muchos que tengan influencias, ni que pertenezcan a familias importantes. Pero a pesar de todo, Dios los ha llamado. Pero Dios prefirió usar las tonterías de este mundo para avergonzar a los sabios, y prefirió usar a los débiles de este mundo para avergonzar a los poderosos. Dios prefirió lo que el mundo cree que no es importante, lo que desprecia y lo que no significa nada. Prefirió todo eso para destruir lo que el mundo cree que es importante. Dios hizo esto para que nadie pueda alabarse a sí mismo delante de él." 1Corintios 1:26-29

La próxima vez que Dios te llame a servirle, no pongas excusas, porque si Dios te llamó es porque podes...

¡No te pierdas la bendición de participar en su plan!