Hoy vamos a hablar de la vida de Raquel ¿Saben quién es?
Bueno... los invito a leer Génesis 29 y 30 antes de seguir con este devocional.
Ahora, voy a destacar algunas de las características que me
parecieron interesantes sobre esta mujer:
-Perseverancia:
Tener paciencia es algo que nos cuesta mucho, queremos los
resultados ya, en este momento, pero cuando estos no son en el momento que
queremos podemos reaccionar enojándonos,
frustrándonos o decepcionándonos. A Raquel le pasó lo mismo. Ella esperaba
hijos y no podía tenerlos, seguramente ella se debe haber sentido mal, pero
Dios, luego de que ella perseveró, El le dio lo que quería. Ahora...capaz te
preguntas ¿Por qué no se lo dio antes? ¿Por qué dejo que ella se pusiera mal, y
tuviera ganas de morirse? Tal vez porque a Él le parecía que era hora de
ejercitar la paciencia y algunas otras cosas, o tal vez es por otro motivo, no
lo sé, el asunto es que Dios siempre respondió a su tiempo, y ella terminó
teniendo lo que tanto anhelaba.
Salmo 37:7 “Se paciente y espera las obras del Señor. No te
enfurezcas cuando veas que los perversos se salen con la suya”
-Envidia:
En el versículo que acabamos de leer dice “no te enfurezcas
cuando los perversos se salen con la suya”. Si ya es feo tener que esperar,
peor aún es ver que el otro recibe lo que vos tanto esperas. Raquel no podía
tener un hijo, y tuvo que soportar ver a
su hermana teniendo varios hijos. Esto inevitablemente genera envidia o celos.
Este sentimiento por el que todos hemos pasado en algún momento. El tema está
en que la envidia lleva a la competencia... queres tener más de lo que tiene
esa persona, o ser más que esa persona. La envidia definitivamente estropea
todo tipo de relaciones. Raquel se creía menos que Lea, porque no podía tener
hijos. Nosotros no somos quien somos por lo que tenemos. NO somos más porque
nos elogien, ni menos porque nos critiquen. Lo que sos delante de Dios, eso sos
y nada más. ¿Qué somos delante de Dios?
Malaquías 3:17 “Porque serán para mi especial tesoro...”
-Amor:
Como Raquel creía que ella era menos por no tener hijos, también
creía que su esposo, Jacobo la quería menos. Tanta era la envidia que tenía,
que no veía la realidad. Jacob la amaba tanto, que trabajo 7 años más de lo que
tenía planeado. Y no solo eso, si no que a pesar de la esterilidad en la seguía
amando...podemos suponer que entonces, el verdaderamente estaba enamorado. Lo
que él sentía es muy parecido a lo que dice en 1º Corintios 13 “El amor No es
orgulloso. No es grosero ni egoísta. No se enoja por cualquier cosa. No se pasa
la vida recordando lo malo que otros le han hecho. No aplaude a los malvados,
sino a los que hablan con la verdad. El que ama es capaz de aguantarlo todo, de
creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo.”
Vale destacar que un ejemplo perfecto del amor perfecto es Dios,
el cual no se compra, si no que solo hay que recibirlo (Juan 3:16)
Bueno, de acuerdo con estas características, se pueden sacar un
par de conclusiones:
*Sigue perseverando aunque te sientas desalentado, porque al
final, SIEMPRE hay una recompensa para
el que espera.
*No dejes que la envidia llegue a tu corazón, porque es uno de
esos sentimientos que te destruyen a vos y a los demás.
*No dejes trates de comprar el amor. Deja que te amen por quien
sos, no por lo que haces, porque los que te aman por quien sos, son los que te
van a amar por siempre.
Espero que les esto les sea de bendición, así como lo fue para
mí.
Por Evelyn Delmastro
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