“Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá
andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con
regocijo, trayendo sus gavillas”
Salmos 126: 5, 6
Esta mañana me acerque a una persona a charlar como normalmente
lo hago y cuando me percate en sus ojos pude notar que lloraba, en ese momento
le dije: “no te preocupes sonríe porque la vida es larga y Dios te ama”.
En ese mismo instante Dios coloco en mi mente la frase: “Sonríe
aunque estés llorando” y me puso en mi corazón que tenía que escribir de eso.
Y es que la situaciones de la vida son duras y eso nadie lo
puede negar, pero es lindo también saber en medio de todo eso que tenemos un
Dios Todopoderoso al cual nada se le escapa.
Posiblemente estés enfrentando una situación de esas que te
sacan las lagrimas, en donde por mas que quieras no le vez por donde este la
solución, y es que para lo que nosotros es distorsionado y opaco, para Dios
esta mas claro que el agua.
Llorar no es malo, al contrario considero que es una buena
oportunidad para desahogarte de las situaciones que puedan venir a tu vida,
pero aun en medio de tu llanto no debes perder la sonrisa.
No puedes perder tu sonrisa porque Dios ha prometido estar
contigo en todo momento, en Josué 1: 9 leemos: “Mira que te mando que te
esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará
contigo en dondequiera que vayas”.
Y es que es reconfortable saber que Dios tiene el cuidado de
nosotros y eso lo podemos leer en Mateo 6:26 “Mirad las aves del cielo, que no
siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las
alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”.
Amados no perdamos la sonrisa en medio de nuestro llanto, es
paradójico pero es necesario entender que el llanto puede aparecer, pero la
sonrisa en nuestra boca nunca. Pablo decía: “Porque esta leve tribulación
momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de
gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues
las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.” (2
Corintios 4: 17, 18).
No pierdas la sonrisa porque en medio de TODO eso que estas
pasando debes tener la certeza y la seguridad de que DIOS NO TE HA ABANDONADO y
es esa certeza y seguridad la que tiene que producir una hermosa y brillante
sonrisa en tu rostro, no por las tribulaciones que estas pasando, sino por el
resultado asegurado que tendrás en el Señor.
Llora si quieres, pero no te olvides de sonreír, porque la
respuesta de Dios esta a las puertas.
Por Enrique Monterroza
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