1º Reyes 18.20 – 21
“20 Acab convocó a todos los hijos de Israel, y reunió a los
profetas en el monte Carmelo. 21
Entonces Elías, acercándose a todo el pueblo, dijo: --¿Hasta cuándo vacilaréis vosotros entre
dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; si Baal, id en pos de él. Y el
pueblo no respondió palabra.”
Cuando Elías confrontó al pueblo de Israel en el Monte Carmelo,
los israelitas ya venían haciendo las cosas mal adorando a otros dioses de la
tierra. Antes de desafiar a los profetas de Baal, el profeta Elías enfrentó al
pueblo de Dios con palabras que hoy nos pueden hacer pensar a nosotros.
La palabra clave es: VACILAR. Los israelitas estaban vacilando,
titubeando, oscilando, en cuanto a que no tenían un rumbo definido. No estaban
comprometidos con único Dios verdadero. Habían perdido la identidad del Pueblo
de Dios.
Esto me hace acordar a una de las peores situaciones y de las
más infelices que podemos vivir, la de un hijo de Dios indeciso.
No se juega ni por una cosa ni por la otra. Sabiendo que ser
discípulo de JESUS es la mejor decisión, elije volver hacia atrás, hacia
aquellas cosas que ya había vencido gracias a su relación con el mas Grande.
Entonces no disfruta de la vida cristiana, de congregarse, de orar, de confiar
en Dios, porque su corazón está embarrado con la indecisión y las
preocupaciones que son propias de los que no andan caminando cerca de Jesús.
Elías nos invita a jugarnos por Dios y a dejar atrás aquellas
cosas que alguna vez ocuparon el lugar de Dios en nuestros corazones. La
vacilación nos paraliza y nos llena de dudas.
¿Te estás jugando 100% por Dios, o lo estas reemplazando con otros dioses que ocupan el primer lugar
en tu vida?
Por Lucas Leys
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