JOSE: Biografía Autorizada (Pasaje clave: Génesis 37)
Edad: 17 años
Relación con su padre Jacob: Ser el hijo preferido.
Relación con los hermanos: No ser soportado.
Ocupación: Chismoso. (¡Ah! también era pastor).
Su regalo predilecto: Una túnica de colores.
Estado civil: Solterito y sin apuro.
Hobby preferido: Contar los sueños espirituales que tenía.
Su pecado: Un corazón lleno de orgullo.
Su mayor virtud: Conciencia de la presencia de Dios.
Su 1º gran humillación: Perder la túnica y ser echado a un pozo.
Su 2º gran humillación: Ser vendido como esclavo. (Él, que era
el hijo predilecto).
Por ahora, sólo experimenta estas dos grandes humillaciones
¡pero vendrán más! En los próximos capítulos descubrirás qué otras situaciones
difíciles tuvo que enfrentar.
¡Y Ahora… La
Pregunta Del Millón!
¿Para qué comerse tantas humillaciones? y ¿quién fue el
responsable de ellas (y de las que vendrían): Dios, Satanás, o él mismo? ¿Por
qué?
Antes de seguir leyendo trata de pensar las respuestas por ti
mismo.
Porque todavía no era el tiempo de Dios para él. Él era el
preferido del padre y aprovechaba estos sueños para afirmar ese lugar de
“preferido” delante de sus hermanos. Es como si él les dijera: “Vean, también
soy el preferido de Dios”. Él debería haber meditado en esos sueños, haberlo
hablado únicamente con su padre y haber esperado que llegue su tiempo. Pero no
hizo nada de eso, por el contrario, quiso conseguir el reconocimiento y la
autoridad en ese momento. Pero aún no era su tiempo.
¿Quién fue el responsables de tantas humillaciones?
Creo que el primer responsable fue José mismo. Si él hubiera
tenido un corazón humilde y esperado el tiempo, hubiera vivido experiencias muy
diferentes. Pero creo también, que detrás de todas esas humillaciones estuvo la
mano de Dios corrigiéndolo, formándolo, haciéndolo madurar y mostrándole cosas
que, de otra manera, nunca habría aprendido por sí mismo.
Con esas humillaciones y las que aún tendría que vivir, Dios
destruía, poco a poco, su pesado orgullo y pisoteaba su soberbia espiritual.
Para hacerla más clara: le “bajaba los humitos”. ¿Entiendes?
¿Cuáles son las cosas que interiormente te despiertan esa
sensación de orgullo, de superioridad? ¿Tu capacidad intelectual, tus habilidad
deportivas, tu belleza física, tu simpatía, estar en un “ministerio
importante”, ser visto cuándo participas en las actividades de la iglesia,
enseñarle a otros o dirigirlos de alguna manera, tener plata?
¿Cómo reaccionas cuando eres humillado? ¿Lo ves como algo de
Dios para mejorar tu vida o reaccionas peor?
¿Estarías dispuesto a agradecerle a Dios cada vez que Él baja
tus humitos y te hace pasar por una situación de crisis para hacerte mejor de
lo que eres?
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