Hoy miraba mi casa a
medio destruir y me vino un pensamiento. Dios hace lo mismo en nuestras vidas. Primero Él arma la
maqueta de nuestras vidas cuando aún somos un embrión; luego según como la
vamos construyendo ve que hay cosas que arreglar y entonces nos muestra lo que tenemos
que cambiar; si le damos permiso Él comienza los arreglos, pero viene la parte de los escombros,
romper, quitar, etc. y muchas veces eso nos cuesta y nos incomoda; la última etapa
es construir de acuerdo a su maqueta original y entonces... podemos disfrutar de la
hermosura que
Dios hizo en nosotros
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